Ya vamos, ya hemos llegado.
¡Senten la gente!
¡Mira cómo vengo! ¡Mira, mira!
Hay poquitas cosas en la vida
de las que yo pueda presumir.
Una es que siempre encuentro la salida
aunque no tenga ganas ni de salir.
La otra es que la suerte está de mi parte
si no sé cómo explicarte toda esta casualidad.
Le agradezco al universo por encontrarte
que el secreto de mi arte por siempre vas a ser tú.
¡Qué suerte la mía!
El día en que te conocí,
que tú pasaras por esa calle.
El día en que te conocí, ¡qué suerte la mía!
El día en que te conocí,
que por la calle de la alegría te encontraras a ti.
No nos hace falta ningún castillo,
con poquito nos vale para vivir.
Eres de mi canción como el estribillo.
Porque no puedo ser yo si no estás aquí,
with me.
Cualquier lunes se vuelve fin de semana,
cualquier valle una montaña,
cualquier patuna ves tú, túruru.
Y veo que la suerte está de mi parte,
porque siento que al mirarte todo se me vuelve luz.
¡Qué suerte la mía! ¡Dios mío de mi alma! ¡Qué suerte la mía!
Si yo no iba a salir así o bajar y verte la cara.
Hoy me van a dar a las tantas en la calle.
¡Viva Cali! ¡Qué suerte la mía! ¡Qué suerte!
Cualquier lunes se vuelve fin de semana,
cualquier valle una montaña,
cualquier patuna ves tú, túruru.
Y veo que la suerte está de mi parte,
porque yo siento que al mirarte todo se me vuelve luz.
¡Qué suerte la mía!
El día en que te conocí,
que tú pasaras por esa calle.
El día en que te conocí, ¡qué suerte la mía!
El día en que te conocí,
que por la calle de la alegría,
de encontrar a ti.
¡Qué suerte la mía!
Si es que es que salí a la calle para encontrar las cosas,
y reírse, y quererse mucho, ¡y que viva la vida!