En la radio una canción tan estúpida que no
merece ni un lamento ni el recuerdo.
Todas aquellas estrellas brillando en la televisión
nos dieron las coordenadas precisas
para una gran decepción.
Todas aquellas noticias partiéndonos el corazón
sirvieron como cuartada y premisa para sentirnos mejor.
Y dentro,
algo está fallando dentro.
En la radio una canción tan estúpida que no
merece ni un lamento ni el recuerdo.
Puede que algún día sea yo el que la baile con devoción
mientras la mareda cure todo el firmamento.
Dame un señuelo,
un destello que se consuma veloz,
envuelve en el embalaje más bello el vacío más feroz.
Pinta un futuro perverso y véndelo con convicción
para que todos los juguetes rotos dancemos alrededor.
Y dentro,
algo se ha quebrado dentro.
En la radio una canción tan estúpida que
no merece ni un lamento ni el recuerdo.
Puede que algún día sea yo el que la baile con
devoción mientras la mareda cubre todo el firmamento.
Las dos de la madrugada veo el mundo apoyado desde mi ventana
y pienso en qué gestos ya nadie lo para
y pienso en lo mucho que llena la nada.
Y veo mi nombre en alguna portada como tantas veces de niño soñaba.
Si hago recuento lo único en esto es lo vi en tu mirada,
mi amor.
En la radio una canción tan estúpida que
no merece ni un lamento ni el recuerdo.
Puede que algún día sea yo el que la baile con devoción
mientras la mareda cubre todo el firmamento.