Antes de comenzar, quiero pedir disculpas
a los damnificados por esta trifulca.
Heridos, aludidos, ofendidos, todos.
Formáis parte del club de apuñalar mi foto.
Y la verdad es que no me arrepiento.
Le prometí a mi madre que sería sincero.
El resto, palomitas, que mi prosa avanza.
Más cool que Jon Snow entrando en Invernalia.
Justo ahora nadie puede oírme y creo
que es el momento adecuado de encender un fuego.
Para terminar,
recomenzaré de nuevo,
incidiendo en los detalles,
escabrosos y perversos.
Sé que Occidente se está suicidando,
el móvil nos deja el cerebro blando.
Y en vez de dar ejemplo, lo estáis empeorando.
Ya estamos todos, el desfile ha comenzado.
Estimadores y adictos,
buscan tactos y contactos.
Vámonos de aquí, esto es solo humo y espejos.
Vámonos de aquí o mátame si soy como ellos.
Vámonos de aquí, esto es solo humo y espejos.
Quieren devorarnos el alma,
mátame si soy como ellos.
¿Me recuerdas?
Fui contigo al instituto.
Puede que él no me recuerde,
sin mi pómulo en su puño.
Tengo a alguien, no está lejos y me espera.
Y gracias, pero no gracias,
nada de esto me interesa.
Tocarte es arte con tenerte en parte.
Y aparte de darte artesanía infame,
mezclando las palabras que robe del aire.
Hay veneno en casi todo lo que escribes.
Eso es lo que dijo ella,
no niego que lo utilice.
Vámonos de aquí, esto es solo humo y espejos.
Vámonos de aquí o mátame si soy como ellos.
Vámonos de aquí, esto es solo humo y espejos.
Quieren devorarnos el alma,
mátame si soy como ellos.
Y una vez más por reventar el tema,
entré en la narración y me pasé de escena.
Mi texto era un pretexto para hablar de alguien
y no lo nombraré por si las redes arden.
Lo sabes,
si lo escuchas ya lo sabes.
Muy buenas noches a todos que disfruten de este baile.
Vámonos de aquí, esto es solo humo y espejos.
Vámonos de aquí o mátame si soy como ellos.
Vámonos de aquí, esto es solo humo y espejos.
Vámonos de aquí o mátame si soy como ellos.