Cuatro puntos en el aeropuerto.
Yo.
Uno, dos, dos.
Uno,
dos,
dos,
probando duro como el pleito de Dejango.
Ando por la ciudad con mis hermanos,
tomando,
brindando,
luego de las 12, secando.
Súmale tres horas y habrá gente vomitando.
Yo hago lo mío puro, sin buscar un cambio.
Escuchar su pan soñada es lo que nos ansió.
Están quemando por las huevas esos dangos.
Los reales sobreviven en terrenos amplios.
Dame licor, amor y jazperrón.
Para darle movimientos espontáneos a tu cuello,
nego.
Puro rap lo que yo quiero.
Ya los míos freestyleando hebreos el día que muero son.
Ando fumando,
mirando al cielo por si encuentro algo.
Respiro un segundo y quiero ron amargo.
Tirando mierda, me siento a salvo, salvo.
Esos días donde te recuerdo algo sirve más para esta mesa que
Zack la puso.
Debo hacer último, pues estamos de paso.
He visto caras en el piso, muertos por un peso.
Mundo de mierda que en Fog me trajo.
Que me recojan, yo ya cumplí.
Hice reír,
hice sufrir,
hice llorar a quien no merecía.
Soy una mierda y te lo advertí.
Por eso dejo mis dolores cuando escribo cada poesía.
Yo te escupía desde el garden,
aunque no comprendía los conceptos básicos del orden.
Siempre me salí del margen buscando aquel desorden.
Imposible dormir cada martes con estos perros sin bozal.
Mi ciudad habla de noche, comunicación mental.
Go ***,
destapa la botella,
uno,
dos,
tres,
cuatro.
Mi gente firma fumándose sus contratos.
Hartos de la misma excusa de siempre.
Ratos, freestyle, siempre con los de siempre.
Aquí te pican las serpientes,
te comen hasta el vientre.
Te apuñalan de enero a diciembre.
Evolución constante, pero siempre el mismo.
Nacido dos años antes que el 9-5.
Gonzalo se encarga de los ritmos.
Te ando frente al micro clavándola como fefe en un
birpo.
Mi