¿Qué haces aquí si aquella herida
no sangra más dolor?
Te fui arrancando de mi piel y ya me ves en piel.
¿Qué haces aquí si tus caricias llenos son miel y exil?
He superado el chaparrón de vivir lejos de ti.
¡Qué soledad! Te entré de nuevo a mi
portal con esas lagrimitas que veo correr.
Y me resbalan ya.
Inesperadamente vuelves.
Ahora que prefiero al fin volar,
es prevenidamente llamas.
Ahora que tu nombre es uno más,
desconsoladamente sabes
que llegas demasiado tarde.
Y ya es inútil si al final
inesperadamente vuelves.
¿Qué haces aquí si me decías que ya no hay solución?
¿Qué te ha ocurrido por ahí?
¡Qué golpete y doblo!
¡Qué soledad!
Te entré de nuevo a mi portal con esas lagrimitas que veo correr.
Y me resbalan ya.
Inesperadamente vuelves.
Ahora que prefiero al fin volar,
es prevenidamente llamas.
Ahora que tu nombre es uno más,
desconsoladamente sabes que llegas demasiado tarde.
Y ya es inútil si al final inesperadamente vuelves.
Inesperadamente vuelves.
Desconsoladamente sabes
que llegas demasiado tarde.
Y ya es inútil si al final inesperadamente vuelves.